En la red abundan artículos para escritores, dedicados al aspecto creativo, a métodos de trabajo, o herramientas virtuales. Persisten estereotipos sobre el quehacer del autor y sobre el “cómo hacer”. Algunos enuncian hasta 100 consejos o sugerencias, pero muchas veces son paráfrasis de consejos anteriores.
Por esta razón en Librero Independiente compartiremos 10 consejos que serán de utilidad si eres escritor. Tenga en cuenta que no es regla absoluta y que la presente nota sólo es una lista elaborada en función de la experiencia propia y de investigación previa.
1- Leer
Suena obvio, pero detrás de cada gran escritor hay un incansable lector. Dicen que la mejor forma de aprender un idioma es escuchándolo, con la escritura pasa algo similar, hay que leerla para saber escribirla. Además tu acervo cultural será mayor. No sólo leas, el periódico, o los “best sellers”, lee artículos científicos, literatura clásica, revistas culturales.
2- Si no hay una idea preconcebida, no escribas.
La literatura no nace de inspiración, sino de nuestra interacción con el mundo. Es necesario pensar, sentir. Lo mejor será que busques experiencias nuevas o piensa en aquello que despierta interés en ti. Deberás realizar el ejercicio mental de la visualización para poder imprimir en tu mente lo que deseas plasmar, mucho antes de escribirlo. Incluso aunque escribas fantasía, por más ficticia que sea tu idea será una quimera de la realidad.
3- Permite a otros leer tus textos
Cuando compartes tu obra debes de hacerlo con gente de confianza, que sabes que darán un punto de vista objetivo. Además, cuando leemos el texto, lo hacemos dando por sentado que lo escribimos bien, en otros casos lo leemos de manera mental y no reparamos en los errores.
4- Acepta la crítica y pon más atención a tus defectos que a las virtudes.
La crítica entre dos personas es una retroalimentación. Las observaciones de terceros son valiosas. Nos ayuda a ser más empáticos a la hora de escribir un texto. Nuestras capacidades son variables y nuestro crecimiento sigue distintas velocidades por lo que debemos de usar la crítica para impulsarnos.
5- La procrastinación es tu enemigo
Postergar tu obra es deprimente, en especial si sabes que es por flojera. Establecer metas, un cronograma sería una opción saludable. Si los plazos que acordaste no fueron suficiente, no desesperes, lo importante es que no quites el dedo del renglón.
6- Los ejercicios de visualización mental
Son una estrategia que sirve para el procesamiento de la información y está comprobado en estudios que es un método efectivo para estimular la creatividad.
7- No permitas que tu personalidad inunde tu literatura.
Es difícil, la mayoría lo hacemos. Casi es natural, pero en la medida que nos interesen las personas seremos capaces de ver el mundo a través de sus ojos. De nuevo, la importancia de la empatía. Si eres un autor misantrópico, o demasiado egocéntrico puede que esto no te interese. Sin embargo, considera que monopolizar con tu perfil psicológico a tus personajes volverá todo el texto muy monótono, inconcluso y enajenado de los demás.
8- No te cites, tampoco a tus personajes.
Hay personas que ponen fragmentos al inicio de un capítulo, frases que son de sus personajes, frases que aún no ha leído el lector por ser posteriores.Por lo general la citas, pertenecen al pasado, aquello que aconteció. De hecho, las citas son para respaldar lo que decimos. ¿Que respaldo o credibilidad aporta texto? Ninguna, si la única fuente es el contenido mismo.
9- Colaboraciones
No todos los grandes obras nacieron en solitario. Alejandro Dumas escribió muchas de sus obras en colaboración. Otro ejemplo lo tenemos con Edgar Allan Poe, quien escribió “Las narraciones de Arthur Gordon Pym”, un texto inconcluso que fascinaría a Julio Verne, autor que terminó por hacer la segunda parte en “La Esfinge de los hielos”. Siempre ha existido colaboración literaria, incluso a distancia. Cuando no existía internet era por cartas.
10- Conoce a la comunidad literaria
No es obligatorio, pero sin duda es de gran ayuda. Asiste a convenciones, talleres, círculos de lectura. Los contactos son buenos, pero el aprendizaje que dejan las relaciones humanas son la mejor parte.
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